jueves, 29 de noviembre de 2012

FALDA RECTA CON VOLANTE AL BIES

(O CURVO)

¿Por qué habría de ser curvo o al bies, y no del más común fruncido?
Pues porque el efecto es muy diferente. Apreciadlo:

 


Por si hay dudas respecto de la diferencia que menciono, comprobadlo:

 
¿Hay o no motivo para hacer la salvedad de la diferencia?... claro que la hay. Y en esta ocasión, trataremos los curvos, no los fruncidos. Y si creéis que no hay motivo par recurrir a ellos, veréis que sí, suele haberlos.


Este volante curvo, que está abierto adelante, hace el efecto de sobrefalda. Es muy sentador y agraciado.

Este, además, tiene diferencia en el largo, y unas tablas, lo que otorga a la falda una gran relevancia.

Claro, estamos poniendo los volantes no el el bajo, pero no dejan de serlo por eso, ¿no?

El tema es; dependiendo de la amplitud del volante que buscamos, puede bastar con cortar la pieza al bies, si es para el bajo de una falda recta, y solo ha de abrir un poco, como en la primera falda rosa de este artículo. Para ello ha de cortarse el volante con un cierto margen, por ejemplo darle 10 centímetros más al volante que lo que tiene de ancho la falda. Dividir tanto la falda como el volante en cuartos, y embeber cada cuarto del volante  colocándolo en el cuarto de la falda, haciendo que no queden frunces, sino que se funda el margen. El bies lo soporta bien.

Si el volante irá a la cintura, y ha luego de superar el diámetro de la cadera, es más de lo que podemos embeber. Así que invariablemente habrá que cortar el volante curvo. Así:

 
 

O quizás con mayor curvatura, eso habremos de comprobarlo. Por supuesto, el volante se seguirá cortando al bies, lo que permitirá embeber una cierta cantidad, pero nos aseguraremos que en la parte amplia supera en una diferencia que lo hará agradable a la vista, con respecto a la cintura. De no ser suficiente, podemos ampliar la curvatura, o recurrir al círculo completo si fuese necesario:

Eso ya depende del resultado que deseemos obtener. Y si creéis que no puede darse el caso de que surja esta situación, mirad cómo sí puede darse:


Es una falda sirena, que aunque no le demos una ubicación especial, no puede dejar de figurar aquí. Y es una falda plato, enclavada en la cadera.

Y dejamos hoy los volantes, aunque estos tienen un protagonismo mucho más amplio que el que le hemos permitido en este espacio, ya que revolotean por cortinas, cojines, colchas y todo tipo de cosas de la casa y de la ropa de nuestros niños y bebés.

ESPERO QUE OS HAYA GUSTADO.







 

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