lunes, 10 de diciembre de 2012


La filosofía de la ignorancia

 

Richard Feyman (1918 – 1988) fue el último de los grandes físicos del siglo pasado. Su trabajo en electrodinámica cuántica le valió el Premio Nobel de Física en 1965, compartido con Julian Schwinger y Sin-Ichiro Tomonaga. En ese trabajo desarrolló un método para estudiar las interacciones y propiedades de las partículas subatómicas utilizando los denominados diagramas de Feynman. En su juventud participó en el desarrollo de la bomba atómica en el proyecto Manhattan. Entre sus múltiples contribuciones a la física destacan también sus trabajos exploratorios sobre computación cuántica y los primeros desarrollos de nanotecnología. Este comentario viene del libro de Feyman The Meaning Of It All, en el que los dos primeros ensayos tratan de la incertidumbre en la ciencia.

“Si no somos capaces o no queremos mirar en una nueva dirección, si no tenemos dudas y reconocemos ignorancia, no tendríamos nuevas ideas. No habría nada que mereciera la pena comprobar, porque sabríamos lo que es verdad. Así que lo que llamamos conocimiento científico hoy, es un cuerpo de afirmaciones de varios grados de certeza. Muchos son muy  inseguros; otros son casi seguros; pero ninguno es absolutamente cierto. Los científicos están acostumbrados a esto. Sabemos que esto es consistente con vivir y no saber. Hay gente que dice, “Cómo puedes vivir sin saber”. No sé lo que quieren decir. Siempre vivo sin saber. Esta libertad de dudar es algo importante en la ciencia y, creo, en otros campos. Nació de una lucha. Fue la lucha para que se permitiera la duda, estar inseguro.

Y no quiero que olvidemos la importancia de esa lucha, y así, dejar caer ese espíritu.  Siento la responsabilidad como científico que conoce el gran valor de una filosofía de la ignorancia satisfactoria, y el progreso hecho posible por una filosofía así. Progreso que es el fruto de la libertad de pensamiento. Siento la responsabilidad de proclamar el valor de esta libertad, y de enseñar que la duda no es algo que haya que temer, sino ser bienvenida como la posibilidad de nuevo potencial para los seres humanos. Si sabes que no estás seguro, tienes posibilidades de mejorar la situación”.
 
DE MI COSECHA: Esta es la filosofía que me anima en casi todo lo que hago. Y no está fuera de esta línea mi actitud hacia la creación de los patrones.
Y expongo ahora esta nota porque habrá un cambio en el sistema, dado que, después de más de 45 años de utilizar la fórmula
para conseguir aquellas formas que requieren el uso del círculo en sus líneas,  he llegado a la conclusión, como Feyman, de que hay otro sistema, mucho más sencillo y exacto, de llegar al mismo sitio. Y lo adopto, ya que, como he mencionado en alguna ocasión, MACC es una forma viva, cambiante, evolutiva, de aprendizaje y enseñanza continua.
Pero no hay motivo de inquietud. Lo que toquemos en el futuro será más fácil, y los cambios respecto a lo ya aprendido, serán tan ventajosos, que solo podréis alegraros de ellos. Como yo, de haber encontrado algo tan claro, que siempre estuvo ahí, y que quizás por eso nos había pasado desapercibido. Dicho esto, en la próxima entrada trataremos la manga mariposa.
Nieves
 
 

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