jueves, 6 de septiembre de 2012


¿COSER CON ALEGRÍA?

¡Claro que sí!

Porque lo hacemos porque queremos, no porque se da por sentado que debemos hacerlo, como en el pasado.

Porque no todo lo que hacemos es pesado y aburrido, no todo son “obras de arte”, ni “óperas primas”. Mucho de ello nos proporciona gran estímulo durante la labor, y es fuente de diversión futura y magníficos recuerdos.

Cuando compré de saldo la tela de la ropa de la foto, no imaginé lo bien que lo pasaría con ella.


 

Como me quedó un retal después de terminada la labor, hice una bolsa fruncida con asas de carey, que no sale aquí. Pues resultó que al año siguiente, mi cuarto hijo tuvo su pelele haciendo juego, aunque me quedé sin bolsa.

Huelga decir que mis hijos lo recuerdan aún, y hace poco ha sido motivo de una incursión en Facebook, y no de mi parte, sino de mi hija mayor, que era la más díscola con nuestro equipo de fajina.

Desde luego no fue la única cosa memorable, pues títeres, disfraces, actos escolares, vestir al cuerpo de baile del club municipal, son solo algunas de las muchas que tiñeron de sonrisa mi experiencia con la costura.

Por eso os animo, con confianza de que podéis obtener mucho beneficio, de todo tipo, al compartir un tiempito con esta disciplina. Que tendrá mucho más de placer que de disciplina.


Nieves

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